"Amanecer histórico": Trump vende su plan de paz en Israel y le guiña el ojo a Irán

Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aterrizó hoy en Israel con un discurso mesiánico, vendiendo su plan de paz para la Franja de Gaza como el “amanecer histórico de un nuevo Oriente Próximo” y extendiendo, de paso, una mano a Irán. Eso sí, con un contundente recordatorio a quienes intenten torpedear a Israel: están condenados al “amargo fracaso”.
Ante una Knéset (el parlamento israelí) entregada, que lo recibió con una larga y atronadora ovación, Trump subió el tono y la narrativa: "Ahora es el momento de traducir estas victorias contra los terroristas en el campo de batalla en el premio final de paz y prosperidad para todo Oriente Próximo". Para el mandatario, la paz no es un sueño, sino una realidad palpable, especialmente con la colaboración de las naciones árabes, un "triunfo increíble para Israel y el mundo".
En un momento que calificó de "muy emocionante", Trump pintó un panorama de región liberada de las fuerzas del caos, el terror y la ruina, ahora "debilitadas, aisladas y totalmente derrotadas". Instó a los países a dejar atrás las viejas rencillas y abrazar un futuro “responsable y productivo”. Su sentencia fue categórica: "Dentro de varias generaciones, este será recordado como el momento en que todo comenzó a cambiar".
El discurso no esquivó la crítica a los odios que han sembrado miseria "desde Gaza hasta Irán". Sin embargo, el presidente estadounidense tendió una "mano de amistad" a Teherán, a pesar de la firme advertencia sobre las consecuencias de intentar "destruir" a Israel. "Incluso con Irán (…) la mano de la amistad y la cooperación está abierta", afirmó, convencido de que un acuerdo con Washington sería "la mejor decisión que haya tomado jamás".
"Israel es fuerte, vivirá y prosperará para siempre", prometió Trump, quien se solidarizó con las víctimas del 7 de octubre de 2023. "Sepan que Estados Unidos se une a ustedes" y "nunca olvidará", dijo, cosechando otra ráfaga de aplausos.
En el corazón de su plan, Hamás sería desarmado, eliminando cualquier amenaza a la seguridad israelí. "Ahora por fin, no sólo para los israelíes, sino también para los palestinos y para muchos otros, las largas y dolorosas pesadillas de la guerra están llegando a su fin. La pesadilla ha acabado", proclamó.
Trump no escatimó elogios para el primer ministro, Benjamin Netanyahu, destacando su patriotismo, ni para la alianza histórica entre ambos países: "Hemos enfrentado el mal juntos y hemos logrado la paz juntos". La Knéset incluso coreó su nombre en la presentación hecha por el presidente del parlamento, Amir Ohana, quien, sin medir halagos, anunció que promovería la candidatura de Trump para el Nobel de la Paz del próximo año. "No hay nadie que lo merezca más", sentenció Ohana.
A los habitantes de Gaza, Trump les recomendó enfocarse en restaurar "la estabilidad, la seguridad, la dignidad y el desarrollo económico" para asegurar la "vida mejor que sus hijos merecen", un proceso en el que él mismo se comprometió a participar.
No obstante, la euforia de la cámara se vio interrumpida al inicio por la expulsión de los diputados Ayman Odeh y Ofer Cassif, quienes alzaron su voz para exigirle a Trump el reconocimiento del Estado palestino. "Han sido eficientes", bromeó el presidente mientras eran desalojados. Odeh, por su parte, tildó la expulsión en X de ser por una demanda "con la que toda la comunidad internacional está de acuerdo".
En un giro inesperado, Donald Trump se dirigió al presidente de Israel, Isaac Herzog, para pedir el indulto para Netanyahu, acorralado por un caso de posible corrupción relacionado con regalos. "Señor presidente, ¿por qué no le concede un indulto?", preguntó el mandatario estadounidense, minimizando los cargos: "Puros y champán, ¿a quién le importa?", provocando un nuevo aluvión de aplausos.
La visita de Trump culmina con una reunión con autoridades israelíes y familiares de las víctimas del 7 de octubre, antes de trasladarse a Sharm el Sheij, Egipto, donde escenificará la firma de su plan ante una veintena de líderes.
Como parte del acuerdo, Hamás ha liberado a los 20 rehenes que quedaban con vida, y los 28 cadáveres restantes serán trasladados en los próximos días. En reciprocidad, Israel liberará a cerca de 2.000 presos palestinos a lo largo de este lunes.