A 30 años de Beijing: RD aún lucha por la igualdad de género

SANTO DOMINGO. — Tres décadas después de la adopción de la Plataforma de Acción de Beijing (1995), República Dominicana sigue sin alcanzar la igualdad de género. Un informe reciente del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (CEG-INTEC) evidencia que, si bien ha habido avances, persisten problemas graves en violencia de género, pobreza, salud y participación política.
El documento, titulado “Avances y Desafíos de República Dominicana en la Implementación de la Plataforma de Acción de Beijing”, destaca la creación de instituciones como el Ministerio de la Mujer y la promulgación de leyes contra la violencia de género. Sin embargo, advierte que estas iniciativas no han sido suficientes para cerrar las brechas estructurales que afectan a las mujeres, especialmente a aquellas en situación de vulnerabilidad.
Violencia de género: una crisis persistente
Uno de los puntos más alarmantes del informe es la violencia de género. En 2023, se registraron 137 feminicidios en el país, colocando a República Dominicana con la quinta tasa más alta de América Latina y el Caribe (2.4 por cada 100,000 mujeres). En el período 2019-2023, más de 730 mujeres perdieron la vida por esta causa.
A pesar de contar con leyes de protección, la falta de implementación efectiva y recursos adecuados deja a miles de mujeres desprotegidas. Las casas de acogida son insuficientes, y las víctimas enfrentan obstáculos para acceder a la justicia.
Salud sexual y reproductiva: derechos limitados
República Dominicana sigue teniendo una de las tasas más altas de embarazo adolescente en la región, con 77 nacimientos por cada 1,000 adolescentes entre 15 y 19 años. Además, la tasa de mortalidad materna se elevó a 129 muertes por cada 100,000 nacidos vivos en 2023.
La prohibición total del aborto, incluso en casos de violación, incesto o riesgo para la vida de la madre, ha llevado a un aumento de abortos clandestinos. Según estimaciones del Ministerio de Salud Pública y el UNFPA, cada año se practican alrededor de 25,000 abortos inseguros en el país.
Desigualdad económica: el rostro femenino de la pobreza
Las mujeres dominicanas son las más afectadas por la pobreza. El 20.1% de los hogares encabezados por mujeres viven en condiciones de pobreza, frente al 17.8% de los hogares liderados por hombres.
La brecha salarial de género se mantiene en un 18%, y el 49.4% de las mujeres trabajan en la informalidad, sin acceso a seguridad social. Muchas de ellas desempeñan labores de bajo salario, como el trabajo doméstico, ventas ambulantes y agricultura de subsistencia.
Participación política: barreras aún vigentes
Si bien la cuota de género ha permitido aumentar la representación femenina en la Cámara de Diputados (36.8%), su presencia en el Senado (12.5%) y las alcaldías (10%) sigue siendo baja. Esto refleja la persistencia de barreras culturales y estructurales que dificultan el acceso de las mujeres a espacios de poder.
Educación: avances con desafíos pendientes
Aunque se ha logrado la paridad de género en la matrícula escolar primaria y secundaria, la deserción sigue afectando más a las niñas, especialmente en zonas rurales y entre adolescentes embarazadas. La falta de políticas de apoyo perpetúa ciclos de pobreza y exclusión.
Recomendaciones urgentes
El CEG-INTEC plantea medidas clave para acelerar los avances en igualdad de género:
• Aumentar el presupuesto para políticas de género y mejorar la coordinación interinstitucional.
• Reformar las leyes para garantizar el acceso a la salud sexual y reproductiva, incluyendo la despenalización del aborto en casos específicos.
• Reducir la pobreza y la desigualdad con acceso a créditos, empleo formal y seguridad social para las mujeres.
• Erradicar la violencia de género mediante más casas de acogida y acceso efectivo a la justicia.
• Promover la educación en igualdad de género desde la niñez para transformar patrones culturales discriminatorios.
Un llamado urgente a la acción
El informe concluye con un mensaje claro: sin igualdad de género, no hay desarrollo sostenible. A pesar de los avances, República Dominicana sigue lejos de garantizar condiciones equitativas para las mujeres.
Cerrar estas brechas requiere voluntad política, inversión pública y un compromiso firme de toda la sociedad. La lucha por la igualdad no puede esperar.