Ciudad de México, 1 de junio de 2024 – Las elecciones presidenciales de este domingo en México han captado la atención nacional e internacional por la intensa competencia entre dos mujeres que buscan convertirse en la primera presidenta del país. Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez representan dos visiones políticas distintas y polarizadas, y su lucha promete ser una de las más significativas en la historia reciente de México.

Claudia Sheinbaum, de 61 años, se perfila como la favorita para suceder al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, continuando con la denominada 'Cuarta Transformación'. Desde su juventud, Sheinbaum ha estado inmersa en el activismo y la política, demostrando un fuerte compromiso con las causas sociales y medioambientales.

Licenciada en Física por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sheinbaum inició su carrera política en el año 2000 como secretaria de Medio Ambiente en el gobierno de Ciudad de México bajo la administración de López Obrador. A lo largo de los años, ha mantenido una estrecha relación con AMLO, participando activamente en sus tres campañas presidenciales antes de ser elegida jefa de Gobierno de Ciudad de México en 2018.

Durante su gestión en Ciudad de México, Sheinbaum se enfrentó a varios desafíos, incluyendo la gestión de la crisis provocada por el terremoto de 2017 y el trágico derrumbe de la línea 12 del metro en 2021, que resultó en la muerte de 26 personas y dejó casi cien heridos. A pesar de estos contratiempos, su administración ha sido reconocida por implementar políticas progresistas en temas de movilidad, medio ambiente y derechos humanos.

Como candidata de la alianza 'Sigamos Haciendo Historia', formada por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y los ecologistas del PVEM, Sheinbaum ha centrado su campaña en la continuación y profundización de las políticas de López Obrador. Su enfoque en la justicia social, la lucha contra la corrupción y la mejora de los servicios públicos ha resonado con un amplio sector del electorado mexicano.

Por otro lado, Xóchitl Gálvez, también de 61 años, es la candidata de la coalición 'Fuerza y Corazón por México', compuesta por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ingeniera de profesión y empresaria exitosa, Gálvez ha emergido como una figura clave en la oposición, prometiendo un cambio significativo en la dirección del país.

Gálvez inició su carrera profesional en el sector tecnológico, fundando dos empresas exitosas y una organización dedicada a apoyar a mujeres indígenas. Su incursión en la política comenzó durante el gobierno de Vicente Fox, donde trabajó en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Aunque no tuvo éxito en su intento de convertirse en gobernadora de Hidalgo en 2010, su persistencia en la política eventualmente la llevó a ser senadora y una voz prominente en la oposición.

El ascenso de Gálvez en la política nacional se aceleró a finales de 2022, cuando el presidente López Obrador la mencionó despectivamente en una de sus conferencias matutinas, acusándola de querer eliminar programas sociales. En respuesta, Gálvez solicitó el derecho de réplica, que finalmente obtuvo en 2023. Este incidente catapultó su perfil público y consolidó su posición como una de las principales opositoras al gobierno actual.

La campaña de Sheinbaum se ha caracterizado por un enfoque en la continuidad de las políticas de la 'Cuarta Transformación', mientras que Gálvez ha prometido un enfoque renovado en la eficiencia gubernamental y la lucha contra la corrupción. Ambas candidatas han sido objeto de críticas y controversias, lo que ha intensificado el ambiente electoral.

Sheinbaum ha tenido que enfrentar las repercusiones del derrumbe de la línea 12 del metro, que ha sido un punto de ataque para sus oponentes. Por su parte, Gálvez ha sido cuestionada por los contratos públicos obtenidos por sus empresas en los últimos años, lo que ha llevado a AMLO a sembrar dudas sobre su integridad financiera.

Independientemente del resultado, la elección de este domingo marcará un hito en la historia política de México. La posibilidad de tener a la primera mujer presidenta simboliza un avance significativo en la representación de género en la política mexicana. Además, el resultado de esta elección tendrá profundas implicaciones para la dirección futura del país, ya que las políticas y la visión de las dos candidatas son marcadamente diferentes.

Sheinbaum, con su promesa de continuar y expandir las políticas de López Obrador, busca consolidar un cambio estructural en la política y economía de México. En contraste, Gálvez propone una reorientación hacia un gobierno más técnico y eficiente, con un énfasis en la transparencia y la rendición de cuentas.

A medida que México se prepara para estas elecciones cruciales, los votantes se enfrentan a una elección entre dos visiones distintas para el futuro del país. Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez representan no solo a dos partidos políticos, sino a dos caminos posibles para México. El desenlace de esta contienda definirá no solo quién ocupará la presidencia, sino también la dirección que tomará México en los próximos años.

FUENTE: https://www.diariodigital.com.do