Mulino lidera en las elecciones presidenciales de Panamá con el respaldo de Martinelli
Madrid, 6 de mayo (Europa Press). En una jornada electoral decisiva en Panamá, José Raúl Mulino, candidato por la coalición Realizando Metas y Alianza, se posiciona al frente en los resultados preliminares de las elecciones presidenciales, celebradas este domingo para determinar al sucesor de Laurentino Cortizo. Según los datos disponibles tras el escrutinio del 50.5% de las urnas, Mulino lidera con un 34% de los votos.
Mulino, respaldado por el expresidente Ricardo Martinelli, quien actualmente está inhabilitado por una condena relacionada con lavado de dinero, ha logrado distanciarse significativamente de sus competidores más cercanos. Ricardo Lombana, del movimiento socialdemócrata Otro Camino (MOCA), se encuentra en segundo lugar con el 24.7% de los apoyos.
El tercer puesto lo ocupa Martín Torrijos, del Partido Popular (PP) y exmandatario del país, con un 15.8% de los votos. Le sigue Rómulo Roux, exministro de Exteriores durante la administración de Martinelli y candidato por Cambio Democrático (CD), quien ha obtenido un 12%.
Sorprendentemente, el actual vicepresidente, Gabriel Carrizo, con una baja popularidad heredada de la administración Cortizo, apenas ha captado el 6% de los votos, situándose en sexto lugar detrás de la candidata independiente Zulay Leyset.
Desde su campaña, Mulino ha sido transparente en su conexión con Martinelli, utilizando el lema "Mulino es Martinelli, Martinelli es Mulino", lo que ha resonado con un sector del electorado que aún apoya al expresidente.
Su plataforma se ha centrado en propuestas conservadoras y medidas económicas liberales para potenciar el sector privado y abordar temas críticos como la migración, prometiendo incluso "cerrar" el Tapón del Darién.
Con estos resultados preliminares, Ricardo Martinelli ha declarado a través de la red social X que la victoria de Mulino es un hecho asegurado, mostrándose complacido y confiado en que la tendencia actual continúe a favor de su protegido.
El desenlace de estas elecciones es crucial para el futuro político y económico de Panamá, en un contexto donde los desafíos internos y la influencia de figuras políticas previas siguen siendo determinantes.