El virtual triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha provocado reacciones en el panorama internacional. China ha mostrado una postura reservada, señalando que la relación bilateral se evaluará tras la confirmación de resultados oficiales. 

Mao Ning, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, declaró que respetan la decisión del pueblo estadounidense, enfatizando los principios de "respeto mutuo y coexistencia pacífica" como base para la cooperación futura. 

No obstante, el contexto no es favorable; el incremento de los aranceles estadounidenses y las restricciones a productos chinos han intensificado la tensión, mientras que la continua venta de armas a Taiwán es vista por China como una provocación directa.

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Rusia, en cambio, ha sido mucho más crítica y desafiante. Según el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, la relación entre ambos países "no podría empeorar más". 

Para Rusia, Estados Unidos es visto como "un país hostil involucrado en una guerra indirecta contra Moscú". A pesar de esta tensa postura, Peskov aseguró que Putin está abierto a un "diálogo constructivo", aunque el Kremlin no ha confirmado si felicitará a Trump.

En una declaración incendiaria, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, describió a Trump como "terco pero útil", destacando que el republicano es reacio a "financiar aliados innecesarios o proyectos inútiles". 

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Medvedev dejó claro que, de asumir Trump nuevamente el poder, países como Ucrania podrían ver reducida la ayuda militar y económica estadounidense. 

Según Medvedev, la victoria de Trump no será bienvenida en Kiev, una ciudad que él descalifica abiertamente.

Las reacciones de China y Rusia evidencian el impacto global de la política estadounidense, especialmente cuando un líder tan polarizante como Trump regresa a la Casa Blanca. Con datos de Europa Press

FUENTE: https://www.diariodigital.com.do