Denuncian persiste asedio sobre embajada argentina en Caracas
Caracas, Venezuela.– La embajada de Argentina en Caracas sigue bajo asedio, según denuncias de los seis opositores asilados en su interior desde marzo. Privados de servicios básicos como agua y electricidad, los refugiados enfrentan lo que califican como hostigamiento por parte de las fuerzas policiales venezolanas. El gobierno de Nicolás Maduro, sin embargo, desestima las acusaciones, tildándolas de “farsa”.
Un reporte de la agencia IPS indica que desde el 23 de noviembre, la residencia diplomática, ahora protegida por Brasil tras la ruptura de relaciones entre Argentina y Venezuela, ha quedado sin electricidad regular. Una pequeña planta eléctrica mantiene apenas refrigerados algunos alimentos, mientras las reservas de agua potable disminuyen drásticamente. Los servicios básicos, como la entrada de camiones cisterna, han sido restringidos, y el acceso a alimentos depende de trabajadores de la embajada.
Pedro Urruchurtu, uno de los asilados, denunció en un video difundido en redes sociales que la situación es crítica. “Estamos al límite, con mínimas reservas de agua y alimentos”, afirmó. Otros opositores refugiados son colaboradores cercanos de María Corina Machado, quien lidera la oposición en medio de la crisis postelectoral venezolana.
Contexto de un conflicto político y diplomático
Los seis asilados llegaron a la embajada argentina tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que la oposición asegura que Edmundo González, actualmente exiliado en España, ganó de forma contundente. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral proclamó la reelección de Nicolás Maduro, desatando protestas que dejaron 27 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos.
El asedio a la embajada ha sido denunciado en múltiples foros internacionales. Mario Oyarzábal, embajador argentino en la Corte Penal Internacional, aseguró que el hostigamiento responde al asilo otorgado a opositores cuya integridad está en peligro. “La situación refleja el deterioro de los derechos humanos en Venezuela”, dijo durante una asamblea en La Haya.
Reacciones locales e internacionales
Mientras los opositores denuncian el corte deliberado de servicios, el vicepresidente venezolano, Diosdado Cabello, rechazó las acusaciones. “Es una farsa”, afirmó durante su programa televisivo, mostrando imágenes del ingreso de agua a la embajada. Cabello también declaró que la falta de servicios se debe a que no se han pagado las facturas. “Que paguen la luz, no vamos a regalar nada”, agregó.
Por su parte, la Conferencia Episcopal venezolana, a través del obispo Rafael Bitter, calificó de inhumano el asedio. “Estamos llegando a la Navidad; cortarles el agua y la luz es inadmisible”, expresó.
Estados Unidos, que no mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela desde 2019, pidió salvoconductos para los asilados. En un comunicado emitido desde Bogotá, Washington instó a Maduro a garantizar la salida segura de los refugiados.
Presión internacional en aumento
El grupo de expresidentes iberoamericanos Idea también solicitó a los gobiernos de Argentina y Brasil que intensifiquen la presión internacional para garantizar la liberación de los asilados. Sin embargo, Caracas mantiene su negativa a conceder salvoconductos, profundizando el impasse diplomático.
A medida que las tensiones escalan, las denuncias de que viviendas cercanas a la embajada han sido requisadas para aumentar el cerco reflejan la gravedad de la situación. Con la llegada de las festividades navideñas, los llamados a resolver el conflicto se multiplican, pero una solución parece aún distante.
La crisis en la embajada argentina simboliza las tensiones políticas y sociales de una Venezuela sumida en una profunda polarización, mientras el mundo observa de cerca este conflicto que desafía las normas diplomáticas y los derechos humanos.