Alerta global: Inminente tormenta geomagnética severa amenaza las tecnologías terrestres
Madrid, 10 de mayo – El Centro de Predicción de Clima Espacial (SWPC) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos ha emitido una alerta de "tormenta geomagnética severa", categoría G4, que podría afectar a la Tierra este próximo fin de semana.
Este aviso, el primero de su magnitud desde 2005, pone en alerta máxima a operadores de infraestructuras críticas y usuarios de tecnologías dependientes de la precisión satelital.
Según el SWPC, se han detectado al menos siete eyecciones de masa coronal (CME) en tránsito, originadas desde una región activa de manchas solares, conocida como región solar 3664. Esta actividad coincide con el pico actual del ciclo solar, un período de once años durante el cual la actividad solar intensifica y disminuye de manera predecible. La región 3664, notable por su tamaño —16 veces el diámetro de la Tierra— sigue mostrando signos de actividad significativa.
Las tormentas geomagnéticas, clasificadas en una escala de G1 (menor) a G5 (extrema), pueden tener impactos considerables en numerosas tecnologías. Un evento G4, como el anticipado, podría interrumpir las comunicaciones de Alta Frecuencia (HF), afectar la red GPS, desestabilizar el control de voltaje en centrales eléctricas, y generar problemas en la navegación y operaciones de satélites y naves espaciales.
El impacto de tales tormentas no es trivial. Aparte de las disfunciones tecnológicas, existe un riesgo elevado para los astronautas en órbita debido al incremento de la radiación. Históricamente, tormentas severas han causado fallos completos en redes eléctricas y han desorientado a satélites cruciales para la navegación y la comunicación. El evento más extremo registrado, la tormenta de categoría G5 durante las "Tormentas de Halloween" en 2003, dejó una estela de interrupciones tecnológicas y un claro recordatorio de nuestra vulnerabilidad ante los fenómenos espaciales.
La predicción exacta del momento de impacto de estas tormentas sigue siendo incierta, pero la NOAA y el SWPC continúan monitoreando la situación y han asegurado que mantendrán informados a todos los sectores afectados. El incremento reciente en la actividad solar resalta la importancia de la vigilancia continua del clima espacial y la preparación para estos fenómenos naturales, cuyas consecuencias pueden sentirse a nivel global.
Este evento subraya la interdependencia creciente entre nuestra tecnología y el entorno espacial, impulsando a expertos y autoridades a reevaluar y fortalecer las medidas de protección para infraestructuras críticas ante la imprevisible naturaleza del Sol.