Identifican y abaten al autor del atentado en Nueva Orleans
Shamsud Din Jabbar: el rostro de la barbarie mortal; dos israelíes entre las víctimas
El atropello masivo que estremeció a Nueva Orleans el 1 de enero de 2025 tiene un responsable: Shamsud Din Jabbar, un hombre de 42 años nacido en Texas, Estados Unidos. Este individuo convirtió las celebraciones de Año Nuevo en una escena de terror al embestir con su vehículo a una multitud en Bourbon Street, dejando un saldo de 10 muertos y más de 35 heridos.
Tras arrollar a decenas de personas, Jabbar salió del vehículo armado y abrió fuego contra los presentes, desatando el caos en uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad.
Las autoridades lo abatieron en un enfrentamiento directo, pero lo que encontraron en su vehículo elevó las alarmas: una bandera asociada al Estado Islámico (ISIS), que apunta a posibles vínculos con el extremismo violento.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel confirmó que dos ciudadanos israelíes figuran entre los heridos.
Las familias de las víctimas han recibido el apoyo del Consulado General de Israel en Houston, mientras un representante del gobierno israelí se ha desplazado a Nueva Orleans para asistir a los afectados.
Lo que debió ser una celebración llena de alegría se convirtió en una tragedia indescriptible. Un vehículo, un atacante y una multitud indefensa: esa fue la ecuación mortal que dejó una estela de dolor y devastación.
Los heridos, muchos de ellos en estado crítico, son testigos de una masacre que será recordada como una de las más atroces en la historia reciente de Nueva Orleans.
Las autoridades locales han declarado un estado de alerta máxima y han desplegado operativos de seguridad en toda la ciudad.
Este atentado no solo es un golpe a Nueva Orleans, sino también un recordatorio urgente de la necesidad de reforzar las estrategias de prevención contra el terrorismo y los actos de violencia masiva.
La comunidad internacional observa con preocupación mientras las familias afectadas buscan respuestas y claman por justicia para las víctimas.
Nueva Orleans, una ciudad herida, se enfrenta ahora al desafío de superar el miedo y reconstruir su espíritu comunitario.