Haití enfrenta creciente violencia tras destitución de Garry Conille
Santo Domingo.- La agitación política en Haití se intensifica tras la destituciónHaití vive días de caos tras la destitución de Garry Conille, con violencia y disturbios en aumento en Puerto Príncipe. del primer ministro Garry Conille, un evento que ha desatado una creciente ola de violencia y disturbios en todo el país. La tensión ha aumentado considerablemente desde que el Consejo Presidencial de Transición (CPT) anunciara la decisión el 8 de noviembre de 2024, nombrando a Alix Didier Fils-Aimé como nuevo jefe de gobierno.
La resolución del CPT ha generado fuertes reacciones, tanto dentro como fuera del gobierno. Conille, quien aún se considera el primer ministro legítimo, calificó la destitución de ilegal, pidiendo que no se publique el decreto en el diario oficial Moniteur. En una carta dirigida a Ronald Saint-Jean, director de Presses Nationales, Conille solicitó que no se divulgara el cambio de mando, señalando que la decisión carece de la legalidad necesaria para ser ejecutada. Sin embargo, la resolución fue finalmente publicada el 11 de noviembre, lo que desató una serie de reacciones tanto de apoyo como de rechazo.
La incertidumbre política se ha reflejado en las calles de Puerto Príncipe, donde se han reportado fuertes detonaciones y enfrentamientos armados desde la noche del domingo 10 de noviembre. Zonas como Vivy Mitchell, Pétionville, Tabarre y Solino han sido epicentros de violencia, con bandas armadas tomando el control de áreas claves de la capital.
Las autoridades internacionales han alertado sobre el riesgo de nuevas protestas y disturbios civiles, y las embajadas de Francia y Canadá en Haití anunciaron su cierre al público el 11 de noviembre debido a la creciente inseguridad.
La Embajada de los Estados Unidos también emitió una alerta el mismo día, aconsejando a los ciudadanos estadounidenses que eviten las áreas de violencia y se mantengan informados a través de los medios locales.
Además, varias instituciones educativas y comercios decidieron cerrar sus puertas debido a los riesgos de seguridad, mientras que las redes sociales se llenaban de llamadas a la precaución, pidiendo a la población evitar salir de sus hogares.
En medio de este clima de tensión, las bandas armadas continúan extendiendo su control sobre la capital. Según los informes, aproximadamente el 85% del área metropolitana de Puerto Príncipe está bajo el dominio de estas organizaciones criminales, lo que representa un aumento significativo respecto al 80% controlado anteriormente.
La violencia de las bandas ha resultado en más de 1.200 muertes y 522 heridos entre julio y septiembre de 2024, según cifras proporcionadas por las Naciones Unidas. Este clima de inseguridad ha empeorado la situación humanitaria y ha dejado a la población en un estado constante de miedo.
En el plano político, las luchas internas dentro del gobierno haitiano han marcado el rumbo de la transición iniciada en abril de 2024. La destitución de Conille no ha sido el único punto de fricción; el primer ministro saliente había pedido previamente la remoción de varios asesores presidenciales implicados en escándalos de corrupción.
La falta de consenso sobre cómo gestionar la transición ha agudizado la crisis institucional y alimentado las tensiones, que ahora se reflejan en la calle.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el futuro de Haití, donde la incertidumbre política y la violencia se entrelazan. La decisión de destituir a Conille y nombrar a un nuevo primer ministro podría ser un intento del Consejo Presidencial de Transición para consolidar el poder, pero también ha abierto nuevas heridas en un país ya sumido en la crisis.
Los próximos días serán cruciales para determinar si la situación puede estabilizarse o si Haití continuará descendiendo hacia una mayor agitación y desorden.
Con la seguridad empeorando y la política en crisis, Haití sigue esperando respuestas claras sobre el futuro de su gobierno, mientras su población se enfrenta a las consecuencias de una transición incierta y peligrosa.