Países en desarrollo afrontan cargas récord por servicio de deuda
Un informe internacional publicado este miércoles reveló que los países en desarrollo desembolsaron la abrumadora suma de 443 mil 500 millones de dólares para cubrir los servicios de la deuda pública externa en 2022.
Este análisis confirma una preocupante sangría económica en el Sur global, agravada por múltiples crisis y tasas de interés históricamente elevadas, las más altas en cuatro décadas, según reconocimiento del Banco Mundial del que se hace eco Prensa Latina.
Crecimiento del Gasto y Récord Histórico
Las erogaciones, que incluyen tanto el capital como los intereses, aumentaron un cinco por ciento en comparación con el año anterior, marcando así una nueva cifra récord. El contexto global de crisis y tasas de interés sin precedentes ha exacerbado aún más los desafíos económicos que enfrentan estos países.
El documento detalla que los 75 Estados más empobrecidos fueron los más afectados, destinando 88 mil 900 millones de dólares al servicio de la deuda en 2022, de los cuales más de 23 mil millones correspondieron únicamente a pagos de intereses.
Además, el informe advierte que este monto podría aumentar en un 40 por ciento en el período de 2023-2024, considerando los riesgos para los acreedores ante una posible crisis de impagos.
Alza Explosiva de Intereses y Riesgos Emergentes
Los intereses pagados a los prestamistas han experimentado un ascenso vertiginoso en los últimos años, cuadruplicándose desde 2012 hasta alcanzar los 23 mil 600 millones de dólares anuales en 2022, según los cálculos del Banco Mundial.
La institución alerta sobre los niveles récord de deuda y las tasas de interés elevadas, señalando que muchos países están encaminándose hacia una crisis financiera.
Llamado a la Acción y Sostenibilidad de la Deuda
Expertos del Banco Mundial sugieren que deudores, acreedores privados y oficiales, así como instituciones financieras multilaterales, deben buscar mejores herramientas de sostenibilidad de la deuda y acelerar los procesos de reestructuración.
Con una de cada cuatro naciones en desarrollo excluida de los mercados internacionales de capitales y un aumento en los impagos de deuda soberana, el informe destaca la necesidad urgente de abordar la situación.
Desde 2019 hasta 2021, se registró una salida neta de 127 mil 100 millones de dólares de los países de ingresos bajos y medianos a manos de tenedores de bonos
El estudio también destaca que los pagos del servicio de la deuda consumen una parte cada vez mayor de los ingresos por exportación, y advierte que algunos países se encuentran al borde de una crisis de la deuda.
Con alrededor del 60 por ciento de los Estados de renta baja ya endeudados o en riesgo de estarlo, el análisis señala la importancia de abordar tanto la deuda externa como la interna, subrayando la necesidad de medidas preventivas para evitar crisis financieras futuras.
Desde 2019 hasta 2021, se registró una salida neta de 127 mil 100 millones de dólares de los países de ingresos bajos y medianos a manos de tenedores de bonos, mientras que la entrada de fondos se estimó en 202 mil millones de dólares, evidenciando desafíos y asimetrías en la gestión de la deuda.