El cierre fronterizo con Haití: Un dilema económico y político para la República Dominicana
Santo Domingo.- El gobierno dominicano, bajo la dirección del presidente Luis Abinader, tomó la decisión determinante de cerrar por completo su frontera con Haití. Si bien es comprensible desde el punto de vista de la seguridad y control, no deja de presentar desafíos en el ámbito económico y potencialmente político, especialmente con las elecciones de 2024 en el horizonte.
Haití no solo es un vecino geográfico, sino también un vital socio comercial para República Dominicana. El país ha dependido históricamente de este mercado, donde numerosos productores y comerciantes dominicanos encuentran un punto de venta para sus mercancías. De hecho, según datos del Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (ProDominicana), Haití recuperó su posición como segundo destino principal de las exportaciones dominicanas en 2022, alcanzando más de US$1,000 millones, una cifra no vista desde 2014.
Si bien este incremento puede atribuirse en parte al aumento de los precios más que al volumen de ventas, es innegable que Haití sigue siendo un mercado esencial para la economía dominicana. Por eso, un cierre prolongado podría agudizar las tensiones económicas y traducirse en problemas sociales y políticos.
Un mensaje al exterior: A través de este cierre, el presidente Abinader también ha buscado enviar un mensaje claro a la comunidad internacional, indecisa en torno a qué hacer con la crisis de vive Haití, y a los sectores que rigen Haití. Esta acción es un llamado a la estabilidad y al orden en el vecino país, especialmente frente a las pandillas que han desestabilizado al país vecino.
El desafío político: El cierre de la frontera puede interpretarse como una acción firme y necesaria. Sin embargo, la prolongación de esta medida podría convertirse en un punto de contención política, especialmente si impacta de manera negativa a la economía dominicana y la percepción pública. Es imperativo que el gobierno dominicano evalúe continuamente los beneficios y desafíos de esta decisión, particularmente de cara a las próximas elecciones, pues el cierre de la frontera podría convertirse en el principal obstaculo que enfrentaría el presidente Luis Abinader en sus planes de reelección, ante el efecto negativo de la medida, en especial en la franja fronteriza.
Hacia un nuevo paradigma fronterizo: El presidente Abinader ha señalado que, con estas medidas, la frontera no volverá a ser la misma. Esto puede interpretarse como una oportunidad para redefinir el intercambio y la relación con Haití, buscando un equilibrio entre seguridad y comercio. Por eso, el desmonte del cierre debe hacerse tomando en cuenta que República Dominicana, en lo adelante, debe de tener mayor control de la migración y del territorio fronterizo, en especial en cuanto al uso de los recursos naturales.
El cierre de la frontera con Haití es una decisión que va más allá de la mera geopolítica. Tiene profundas implicaciones económicas, sociales y políticas que deben ser consideradas y manejadas con tacto y estrategia por el gobierno dominicano, siempre en búsqueda del bienestar de sus ciudadanos y del fortalecimiento de sus relaciones bilaterales.