En una escalada de tensiones sin precedentes, el Ejército de Israel ha advertido a Irán sobre las "graves consecuencias" de cualquier ataque adicional, en respuesta a las amenazas de Teherán tras el reciente bombardeo israelí contra el Consulado iraní en Damasco, Siria. Este aviso llega en un momento crítico, en el que Estados Unidos ha alertado sobre posibles ataques iraníes inminentes contra intereses israelíes.

El vicealmirante Daniel Hagari, portavoz del Ejército de Israel, ha reiterado las acusaciones hacia Irán por su apoyo a grupos terroristas en Oriente Medio y otras regiones, destacando la financiación y entrenamiento de Hamás, Hezbolá y la insurgencia hutí de Yemen. Según Hagari, esta red de terror no solo amenaza la estabilidad regional sino que también tiene repercusiones globales, incluyendo el conflicto en Ucrania.

En una muestra de fuerza y preparación, las fuerzas israelíes lanzaron operativos contra un complejo de Hezbolá cerca de Rihan, en el sur de Líbano, tras un ataque con cohetes por parte de la milicia chií que impactó el norte de Israel.

El ataque a Rihan resultó en la destrucción de varios edificios y un puesto de seguridad, mientras que simultáneamente se bombardearon otras posiciones de Hezbolá en Jula, Beit Leaf, Al Adaisa y Tayyba.

Hezbolá, hasta el momento, no ha emitido declaraciones sobre estos bombardeos, que se interpretan como una represalia directa al ataque previo en Damasco, atribuido a Israel y que ha provocado promesas de una dura respuesta por parte de Irán.

Mientras las tensiones continúan, Israel se mantiene en alta alerta, incrementando sus niveles de preparación defensiva y asegurando estar listo para enfrentar cualquier escenario de conflicto. "Daremos, junto a nuestros aliados, los pasos necesarios para defender a Israel", concluyó el vicealmirante Hagari, marcando una postura firme en un entorno internacional cada vez más volátil.

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