Más de 2.500 ciudades de EE. UU. se preparan para protestas contra la Trump

WASHINGTON D. C. — Estados Unidos se alista para vivir este sábado una jornada de protestas sin precedentes. Millones de personas, según estiman los organizadores, saldrán a las calles en más de 2.500 ciudades del país en la segunda edición de la marcha “Sin Reyes”, un movimiento que denuncia lo que considera la deriva autoritaria del segundo mandato de Donald Trump.
La movilización, que promete ser la mayor contra el actual presidente desde su regreso al poder, llega en medio de un cierre del Gobierno federal y de un clima político cada vez más polarizado. Para los organizadores, se trata de una defensa del principio democrático de que “América pertenece al pueblo, no a los reyes”. Para los republicanos, en cambio, es una maniobra de obstrucción demócrata y un acto de “odio contra América”.
El propio Trump reaccionó el viernes en una entrevista con Fox News, en la que acusó al líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, de usar las protestas como distracción política. “No tiene otra cosa que hacer. Todo el mundo le está dando palos”, dijo el mandatario, en sintonía con las críticas del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien calificó la marcha de “táctica dilatoria” y la vinculó con simpatizantes del movimiento islamista Hamás y del grupo antifa.
Desde la Casa Blanca, la portavoz Abigail Jackson restó importancia a las manifestaciones. “¿A quién le importa?”, respondió al ser consultada sobre la movilización, una frase que encendió aún más las críticas de la oposición y de varios sectores civiles.
Los organizadores, una amplia coalición que incluye dirigentes del Partido Demócrata, sindicatos y movimientos progresistas, sostienen que la parálisis del Gobierno refleja el autoritarismo creciente de Trump y sus aliados republicanos. “En lugar de reabrir el Gobierno y proteger los servicios básicos, han decidido atacar a millones de estadounidenses que se manifestarán pacíficamente”, expresaron en un comunicado.
El color amarillo será el distintivo de la jornada. Los convocantes pidieron a los participantes vestir con ese tono, símbolo de las protestas prodemocráticas de Hong Kong en 2019. “Es una enseña optimista y visible que representa la lucha democrática y la disidencia no violenta”, explicaron en su página oficial.
La manifestación principal se desarrollará en Washington D. C., donde ya se ha desplegado un contingente de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad. Críticos del Gobierno denuncian que este despliegue busca intimidar a la población disidente.
En la primera edición de la marcha, celebrada en junio, se calculó la participación de unos cinco millones de personas. Esta vez se espera una cifra aún mayor, con concentraciones destacadas en Nueva York, San Francisco, Boston, Chicago, Atlanta, Kansas y Honolulu, además de réplicas internacionales en Londres, París, Frankfurt y varias ciudades españolas, entre ellas Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga.